8 temores de las madres primerizas
Ser madre es todo un reto, pero
ser madre primeriza aumenta de manera descomunal los miedos porque escuchamos
de todas partes comentarios que pueden poner a las madres bastante nerviosas.
Antes de empezar, queremos mencionarte algunos alimentos que ayudan a reducir la ansiedad, y
de esta forma se te hará más fácil acabar con los temores de ser madre
primeriza.
No deben estar siempre con miedos
y dudas, ya que todas sus preocupaciones pasan directo al bebé.
El saber cuáles son los miedos
más comunes de las madres te dará algo de tranquilidad al saber que son comunes
a todas las primerizas.
Temor a no poder atender a tu bebé correctamente
Pues en la clínica tenías ayuda,
quieras o no, tenías ayuda, se lo llevaban toda la noche, se lo llevaban para
cambiarlo y bañarlo. Pero llegas a tu casa y la cosa cambia, tú tienes que hacer todo. Es un temor válido
y normal. Todas pasaran por esto y los primero días te acompaña el cansancio,
la nueva rutina, los dolores, entre otras cosas. No es fácil pero confía en tu
instinto.
Temor de no tener suficiente leche
Esto es instintivo para una
madre, la necesidad de alimentar al bebé. ¡Siempre que el bebé llora, pensarás
que es hambre! Ingiere mucho líquido, come bien, descansa tanto como sea
posible y deja que el bebé mame cuanto quiera. ¡Así aumentarán las chances de
producir leche!
Temor a que no respire cuando está dormido
¿Qué mamá o papá no se ha pegado a su bebé
para confirmar que sigue respirando? ¿Qué mamá o papá no ha movido a su bebé
para ver que todo esté bien? Es normal. Todos lo sentirán y se les ha parado el
corazón cuando han pensado que no respiraba. Si quieren estar siempre seguros
de que respira, fíjense en que su pancita se mueva.
Temor a que le pase algo en la guardería
Después del parto, en tu trabajo
te darán un par de meses para recuperarte, y después tendrás que volver a tu
empleo y dejar al pequeño en la guardería.
Uno de los mayores miedos de las
madres primerizas es el temor de que le pase algo al bebé en la guardería. Para
minimizar este miedo, será necesario que visites la guardería y revises
cuidadosamente sus medidas de seguridad: asegúrate de que cuente con cobertura
médica para casos de emergencias, enfermeras y personal calificado para atender
a tu bebé.
Temor de que cualquier síntoma que presente siempre sea malo
Tendemos a reaccionar
excesivamente con cualquier cosa que le ocurra a nuestros pequeños, y está
bien, pero la mayoría de las veces no es para tanto. Si vomita, tiene acné o,
incluso, si tiene hipo. Prestar atención para prevenir que las cosas se
compliquen es importante, pero hay que tener en cuenta que atravesará por
muchas cosas que no representarán ningún problema.
Temor de poder controlar siempre la situación
Probablemente sí, pero no vale la
pena vivir preocupados. Esa es una lección que deberán aprender demasiado
pronto y que les servirá para siempre.
Durante toda su vida, los hijos seguirán enfrentándose a cosas que ustedes como
padres no podrán controlar, así que lo mejor que podrán hacer es tomar
precauciones y, eventualmente, educarlos para que ellos se cuiden.
Temor al creer que tu vida se vendrá abajo
La maternidad modifica las
prioridades, eso es cierto. Es fácil perder ciertas cosas durante la
maternidad, pero recuerda siempre que es solo una etapa, tu pequeño crecerá y
entonces podrás retomar lo que dejaste de lado. Tampoco te abrumes intentando
ser perfecta en todo, esfuérzate pero reconoce que cada cosa tiene su tiempo.
Temor de no dormir una noche completa
En los primeros días (o meses),
te despiertas cuatro o cinco veces por noche y piensas que no podrás sobrevivir
este período. Sólo quien ya tuvo un hijo conoce las consecuencias de la prueba
constante de sueño, ¡llega a ser desesperante! Cuando pienses que nunca serás
capaz de dormir una noche entera, debes recordar la frase: “No hay mal que dure
mil años”. Ten paciencia, duerme durante el día (cuando el bebé duerme), y
verás que, como por arte de magia todo mejorará. ¡No falla!
Recuerda que ser madre es una experiencia maravillosa,
y según Nutrición Sin
Más, es muy importante estar en buen estado de salud, y alimentarse
sanamente, aunque al principio sea desconcertante e incluso duro. Mantener un
pensamiento positivo y una actitud optimista ayuda a saber que los primeros
días pasarán y que vivir la maternidad es la mejor experiencia que una persona
puede disfrutar.
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